El puesto de trabajo de conductor de VTC no debería quedar por encima de las condiciones laborales

El puesto de trabajo de conductor de VTC no debería quedar por encima de las condiciones laborales

La prioridad ha de ser la defensa de los derechos laborales y no la “protección de puestos de trabajo” precarizados y en condiciones de esclavitud.


Comenzamos recordando que la organización patronal Unauto VTC emprendió una campaña para que se autorizara a los VTC a utilizar el carril-bus que llevó a la CNMC, en febrero de 2018, a considerar que se restringía la actividad de los VTC en las ciudades donde se impedía a estos vehículos circular, cargar o descargar viajeros en dichos carriles. Ver informe de la CNMC en pdf. El tema no prosperó, sin embargo, la patronal no cejó en su empeño y así lo podemos comprobar en una publicación de su Twitter. En este tema tomaría el relevo la nueva organización de Eduardo Martín (expresidente de Unauto VTC), Movea VTC, con el mismo respaldo de la CNMC y… de UGT. Sí, la FeSMC UGT de Andalucía, quién lo diría. Ver comunicado de UGT solicitando el uso de del carril-bus para los VTC.

Sin remontarnos a las manifestaciones en favor de las plataformas de VTC (que no de los puestos de trabajo), de la perniciosa firma de Miguel Ángel Cilleros con Cabify de tan funesto recuerdo y que todavía colea en algunos foros, o de las declaraciones de responsables del sindicato ante los medios de comunicación en los que parecíamos escuchar a los portavoces de la patronal de las VTC, los trabajadores simpatizantes o cercanos al sindicato y algunos delegados sindicales de base se han esforzado en limpiar la tan dañada imagen de este sindicato tras los incomprensibles actos antes mencionados. Pero no se puede avanzar hacia un trabajo digno si se siguen anteponiendo los intereses de la patronal por encima de la conquista de derechos de los trabajadores, y así tenemos que recientemente vuelven los líderes de UGT Andalucía a ponernos la cara colorada defendiendo argumentos que no se sostienen y presionando a favor de una patronal, la de las VTC, más que denunciada en Inspección de Trabajo y en los Juzgados de lo Social. Ver nuevo comunicado de UGT en ese sentido. Por cierto, muy en la línea del sindicato propatronal SLT (ver su comunicado) que pone como referente a Unauto VTC.

Con el argumento de defender puestos de trabajo pierden el norte. Lo que se debe defender son las condiciones de trabajo dignas y que la patronal las cumpla según las leyes y normas laborales. Los puestos de trabajo los pone la patronal y la defensa de esos puestos los sindicatos. Punto. ¿No será que el mensaje que nos quieren transmitir es que no importa que haya esclavos sin derechos, pero con trabajo? Ese argumento es más propio de la rancia derecha neoliberal, de los crueles capitalistas creadores de la economía de plataformas, de la “gig economy”, de los Uber y Cía. A lo mejor deberían replantearse su apoyo a la “ley Rider” donde estarían más cómodos defendiendo los puestos de trabajo de Deliveroo… antes de abandonar España por no querer laboralizar a los trabajadores.

Los derechos laborales no se conquistan dando la cara por la patronal, eso no entra en ninguna negociación colectiva, se logran luchando contra injusticias, tales como:

  • No superar las 40 horas laborales que se firman en contrato, más que en los supuestos que contempla el Estatuto de los Trabajadores. Impedir el juego de Vecttor, Auro, Moove, Gescab y resto de gestoras y propietarios de autorizaciones de VTC con respecto a las “horas efectivas”, “tiempo con pasajeros en el vehículo”, “tiempo fuera de los límites designados” (en Madrid sería la M-30) y otras milongas. El trabajador debe “fichar” a la entrada y a la salida de su jornada, esa es su jornada. Ni efectiva, ni presencial, ni leches. Miles de horas “extra” (por la cara) obliga la patronal a hacer a los trabajadores (con riesgo para su salud y para la seguridad vial) que no se contemplan en la Evaluación de Riesgos, que no se abonan en nómina ni cobran los trabajadores y que no se cotizan. Este es el verdadero negocio de las VTC, este y no otro. Ved aquí los cálculos para entenderlo mejor.
  • La patronal no garantiza ningún puesto de trabajo, ya que estos dependen de “la facturación” mensual cifrada en unos límites que con ocho horas diarias de conducción es imposible sacar adelante. Los contratos basados en la facturación comienzan con un periodo de prueba de tres meses que muy pocos superan. El conductor recibe los servicios desde aplicaciones que, con sus algoritmos, organizan su jornada para que acabe cubriendo muchas más horas para conseguir el objetivo de facturación y así tener siempre vehículos disponibles para sus usuarios.
  • Si a una gestora de flotas de VTC se le descolocan algunas multas de tráfico se las endosan a conductores que ya no están en nómina y que de esta forma quedan indefensos y acaban pagando, aunque no sean suyas. Si el conductor tiene un siniestro con el vehículo por causa de su trabajo y no de terceros le descuentan la franquicia en la nómina. A los trabajadores les descuentan de la nómina conceptos como “absentismo” de difícil explicación y todo para que cuadren las cuentas de sus patrones. Las propinas… En fin…

Y así el trabajador de VTC sufre un largo etcétera de injusticias, de abusos laborales, de estafas de la patronal que se nos haría muy largo enumerar. Por lo que es incomprensible que desde un sindicato no se luche para combatirlas, empezando por los mismos convenios colectivos, que dejan a criterio del empleador muchas de las tácticas antes mencionadas.

Mientras los negreros de la patronal sigan con los abusos lo más lógico es que se les baje los humos con movilizaciones a favor de los trabajadores (no como las convocadas hasta el momento, que parecen sacadas de los papeles de Uber o “Uber files”), con acciones sindicales contundentes y con denuncias en los Juzgados de lo Social, en la Agencia Tributaria, en las Inspecciones de transporte, en la Inspección de Trabajo. Y ya, más suaves, igual se negocia, pero con la sartén por el mango y no al revés, como hasta ahora. Se debe luchar por puestos de trabajo de calidad, por un trabajo digno que permita la continuidad de los contratos en el tiempo y no seguir haciendo el ridículo ante la opinión pública realizando funciones que a un sindicato no competen, como negociar con las autoridades mejoras para la patronal. Sí, para la patronal, no para el trabajador.

Si no se puede parar en un carril-bus que la aplicación se lo indique al pasajero, si este tiene prisa no es problema del conductor y no tiene porqué circular por esos carriles, si no puede recoger al cliente al pie de la caseta de la Feria de Sevilla que el usuario salga fuera del recinto ferial, si no puede circular por tal o cual calle pues que dé la vuelta, quien pierde con esas prisas y esos compromisos de la aplicación son siempre los conductores, los trabajadores. Señores del sindicato, limítense a ayudar al trabajador, gracias.

Resistencia VTC
El egoísta cliente de VTC de aplicación

El egoísta cliente de VTC de aplicación

La experiencia de cliente de Uber, Bolt o Cabify es lo que cuenta. Si engañan a sus usuarios o explotan a los conductores es secundario, lo importante es que la pasta entre legalmente o no, sin parar, aunque no se haya preparado legislación alguna para ellos, ya habrá tiempo de cambiarla a golpe de talonario. Eso sí, todo gracias al dinero de los no tan ingenuos clientes.


La competencia desleal al sector del taxi tiene su propia forma de actuar con los clientes. Que estas plataformas realicen cargos de viajes no consumidos, que le cobren varias veces por lo mismo, que en caso de accidente o incidente solo sean atendidos por un robot que les dará largas a la espera de que se cansen, que vehículo y conductor no estén a la “altura de sus expectativas”, que le cancelen a punto de perder un tren o un vuelo, etc., en realidad no tiene consecuencias para este tipo de negocios que tienen a sus clientes convencidos de representar un paraíso inexistente, de una “experiencia religiosa”, de que puedan sentirse distintos, mejores, más “cool” que el resto de seres humanos que van en metro, taxi o autobús.

Usuarios ridículos

Las plataformas venden su servicio como si fuera moderno (que no lo es), de lujo (con conductores precarizados y vehículos en condiciones sospechosas de no pasar ni la ITV), seguros (el número de agresiones sexuales y robos en este tipo de transporte se cuenta por miles en todos los países donde operan), rápidos (siempre y cuando los conductores entiendan que el viaje les reportará beneficios económicos, de lo contrario se entra en una cadena de cancelaciones) y baratos (para nada, si se solicita en periodo de “alta demanda” las plataformas aplican su “tarifa dinámica” que puede llegar a multiplicar astronómicamente el coste del servicio). En este como en todos los sectores no existe el bueno, bonito y barato pero la acertada y abrumadora cantidad de publicidad de las plataformas convencen a un perfil de persona codiciosa que sabe a ciencia cierta que las pretendidas ventajas de estas aplicaciones provienen de la explotación de su prójimo, pero eso carece de importancia para ellos. El “target”, el prototipo de cliente, es el de psicópata sin empatía por sus iguales que abunda en la sociedad actual, no hay más que ver el auge de los grupos políticos de la rancia derecha y del capitalismo neoliberal.

Clientes sin moral

Elige en la app de su móvil (en el mercado virtual de esclavos) al conductor (siervo), revisa su puntuación (examina sus dientes) y con gesto despectivo pulsa un botón para que acuda a la mayor brevedad el vehículo con un conductor que aceptará cuantos caprichos se le ocurra (lo mismo que antaño los porteadores de palanquín) y que le transportará donde este indique… sin preocuparse por los peligros que lo acechan al seleccionar a un trabajador agotado, fatigado por larguísimas jornadas laborales de 12 horas o más diarias y solo un día de descanso a la semana, estresado por la mermada facturación que lleva ese mes, acorralado por las calificaciones de los “usuarios” de la app de turno y que en ocasiones viene trabajando con las tres aplicaciones más los transfer y viajes privados de la gestora que lo contrató.

A estas alturas la práctica totalidad son conscientes de que Uber, Cabify o Bolt explotan a los conductores por medio de una trama de cesión ilegal de trabajadores en la que participan gestoras de flotas (como Vecttor, Moove o Auro) que subcontratan a los trabajadores de forma irregular para esas plataformas. Que parte de esta estructura también la forman ETT’s, micro empresarios sin escrúpulos, grupos inversores que mantienen con sus rondas de financiación este entramado, deshonestas asociaciones de ‘empresaurios’, entidades de la Competencia que paradójicamente parecen querer acabar con la competencia (con el taxi), periodistas bien untados, estómagos agradecidos de sindicatos amarillos, políticos sin moral ni empatía por el sufrimiento ajeno, por la esclavitud y penosidad que sufren los trabajadores precarizados de las VTC que son tratados de forma cruel e inhumana. Políticos, estos, preocupados solo por lo que el clientelismo que la economía de plataformas (gig economy) les viene a proporcionar, el “cabildeo” y esas puertas giratorias de todos conocidas especialmente tras la publicación de los papeles de Uber (Uber files).

El espejismo se disipa

Pero poco a poco los usuarios de estas plataformas se irán desilusionando al no ver sus expectativas, sus «experiencias», cumplidas. Como así ha sucedido recientemente en RTVE con el contrato con Cabify. Y es que estas nocivas formas de negocio no son lo que venden, en realidad son una forma descarnada de trabajos forzados y explotación laboral con la que no cotizan, ni pagan, las millones de horas de trabajo realizadas fuera de lo que el contrato o el convenio laboral (si lo tienen) indican. Que de cada VTC deben comer al menos cuatro: la nociva aplicación de turno, el insensible propietario de la autorización, el negrero de la gestora de flotas y el desgraciado conductor, último y desamparado eslabón.

Si la Comunidad Europea protegiese a los trabajadores de plataformas como en principio todo parece indicar (si el lobby de las plataformas no lo impide) quizás este pernicioso tipo de negocio tendría los días contados, dando paso al trabajo con VTC tradicional y taxi, mejorando en movilidad y sostenibilidad, recuperando derechos laborales y apostando por una economía más humana y beneficiosa para autónomos, asalariados y consumidores.

Resistencia VTC
El taxista no es el enemigo del conductor de VTC

Siendo conductores de VTC por qué defendemos al taxi también

Que nadie nos confunda con taxistas, somos trabajadores del sector del transporte de viajeros en turismo, conductores de VTC, que no contemplamos al taxi como rival y esperamos que algún día hasta ellos lo entiendan y, juntos, podamos ofrecer más RESISTENCIA contra nuestro verdadero enemigo común: las plataformas tecnológicas de (pretendida) movilidad, es decir, Uber, Cabify y Bolt.


En redes sociales hay perfiles que señalan a Resistencia VTC como taxistas. Hemos llegado, incluso, a ver como algún medio nos ha puesto en el lado del taxi como si fuéramos parte del gremio. Errores, intencionados o no, que camuflan la sorpresa que se llevan cuando leen nuestras publicaciones o nuestros comunicados. Y es así porque defendemos abiertamente al transporte público de viajeros, incluido el taxi.

No es que el transporte privado de viajeros se nos atraviese, porque contra él no tenemos nada en particular, sino contra las empresas «jodidamente ilegales» (como gusta definirse ellos mismos), las plataformas tecnológicas de (pretendida) movilidad con las que nos hemos enfrentado una y otra vez y con conocimiento, ya que somos un colectivo de chóferes de vehículos de arrendamiento con conductor (VTC) que trabajamos con aplicaciones, las archi conocidas, Uber, Cabify y/o Bolt. Que a la mayoría nos ha contratado un pequeño empresario que, a su vez, deja en manos de alguna gran empresa flotista (Vecttor, Auro, Moove Cars, Gescab…) la gestión completa de nuestro trabajo y esta, finalmente, nos subroga irregularmente, nos cede ilegalmente, a una de las tres plataformas mencionadas.

No estamos solos

Y todo ese entramado tiene una finalidad: la explotación del conductor, su precariedad laboral a extremos inhumanos. Es inútil reiterar que hemos llamado la atención de las autoridades laborales competentes, que hemos recurrido a la justicia una y otra vez, cientos, sino miles de veces. Pero tras la difusión de los papeles de Uber, los «Uber Files«, se ha puesto en conocimiento que presuntamente políticos, instituciones del estado y administraciones facilitan a estos oligopolios saltarse la legislación laboral y las leyes y normas sobre transporte existentes en nuestro país. En esos papeles de Uber no solo sale a luz el clientelismo ejercido y la competencia desleal hacia otros sectores, también, la pérdida de salud, vida y sangre de los trabajadores a cargo de estas plataformas, a los que con tanta «fina ironía» nos denominan como «suministros«.

No somos el único colectivo que ha tomado la decisión de plantarse y enfrentarse a las plataformas. No somos los únicos «gig workers» o trabajadores de la economía de plataformas, de la «gig economy». Como nosotros, otros muchos miles se han alzado contra las plataformas en la práctica totalidad del mundo y, como la mayoría, o estamos afiliados a un sindicato o nos hemos vinculado a él de alguna forma. Por lo que nuestra visión del problema es mucho más amplia, menos localista y más contrastada. Nuestro argumento principal es que las autorizaciones de VTC no son rentables salvo que exploten al trabajador (a este respecto ya publicamos un artículo en nuestro blog).

Así que con lo que sabemos con certeza, que es mucho más de lo que la mayoría de medios de comunicación conoce, la lucha está mal planteada por la sociedad y por los que tienen alguna influencia en ella. No señores, no, el taxista no es nuestro enemigo, ni los conductores de VTC estamos en guerra contra nadie. Esos titulares hacen mucho daño a la concordia que debería existir entre pares, entre trabajadores. Ya conocemos las motivaciones de las plataformas tecnológicas, de los dueños de las VTC, de sus asociaciones y de su sindicato amigo SLT (ver nuestro artículo «quién es quién en el sector de los VTC«). Pero los argumentos de una gran parte del sector del taxi y de sus representantes, que nos combaten erróneamente, tienen que cambiar ya que deberíamos ser «sus mejores aliados» (el enemigo de mi enemigo es mi amigo). Aunque, por otra parte, entendemos el porqué.

No deberíamos enfrentarnos

La justificación de la inquina que sienten hacia nosotros, a los que despectivamente nos denominan «cucarachos«, es que somos «cómplices» de las plataformas. Si nos estrellamos se alegran, lo festejan, si nos imponen una multa de tráfico (que aunque no deba justificarse es debido en su mayor parte a las extenuantes jornadas, la presión y la precariedad de nuestros recursos) lo aplauden e, incluso, solicitan la presencia de las autoridades de tráfico. No son muchos los taxistas que actúan de ese modo con nosotros, pero si los suficientes como para estar trabajando todo el tiempo estresado. Nos echan a la cara que si queremos un «trabajo honrado» que sea en el sector del taxi. Pero, se expresan así porque no tienen en cuenta… nuestra situación personal.

La práctica totalidad de los conductores de VTC entrar a trabajar en cualquiera de las gestoras de flotas casi de un día para otro, con lo que su inmediata incorporación salva situaciones dramáticas en muchos hogares. Pero, en el caso del taxi el retardo es considerable: un mes +/- de curso y un examen del ayuntamiento al final del mismo. Puede transcurrir, y eso contando que todo vaya bien, mes y medio. Gran diferencia que en situaciones de mucha presión económica no permite plantearse trabajar en el taxi como alternativa. El taxista es un profesional del transporte de viajeros, el conductor de VTC puede tener más o menos pericia y conocer la ciudad, pero no por ello es un profesional acreditado como el taxista. Así se comprende mejor que las Administraciones y CC.AA. no estén interesadas en formar, examinar y acreditar profesionalmente a los conductores de VTC. El día que alguna comunidad autónoma exija formación y examen las gestoras se quedan sin conductores, puesto que la única manera de convencer a parados desesperados para que trabajen para las plataformas es la inmediatez, no sus condiciones laborales, claro. Por lo que el taxi se beneficiaría de ese cambio de actitud de las autoridades mientras que los VTC se quedarían sin conductores, ya que el entorno laboral y las condiciones de un taxista asalariado son mejores que las de cualquier trabajador de VTC de aplicación.

Cuestión de condiciones

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, los conductores de VTC estamos «jodidos«, pero los taxistas asalariados ya han puesto el grito en el cielo más de una vez. No hay más que acercarse a la web de CTN taxi para comprobarlo. En dicha web se cuentan los casos de taxistas asalariados con jornadas que superan las 8 horas diarias para algunos propietarios de licencia déspotas y poco empáticos con el trabajador. Dichos asalariados se convierten en comisionistas, sin tranquilidad por la fluctuación de sus ingresos. Raros son los periodos vacacionales superiores a los 15 días, si sufren una baja por enfermedad repercute mucho más en su nómina que en la de cualquier asalariado, si el vehículo se avería «no cobran» mientras no trabajen y, no lo pueden hacer con otro, etc.

Que vengan luego esos taxistas que sacan pecho de su sector a hablar de la basura de trabajo que hay en el de los demás. En fin. Y, ojo, que son muchos los miles de taxistas asalariados. Eso sí, trabajan más relajados que nosotros. Además, tienen dos días libres a la semana (uno en fin de semana y otro por el día de libranza de la licencia) y nunca podrán superar, aunque parezca una locura siquiera mencionarlo, las 16 horas continuas de jornada (hay conductores «full time» en las VTC las superan más de una vez). Tienen garantizada la estabilidad en su puesto de trabajo si aceptan sus condiciones y mientras hagan buenas recaudaciones, en contraposición con la temporalidad del conductor de VTC de aplicación, que no suele durar más de unos meses en una misma empresa.

Enemigos comunes

Así que tanto asalariados del taxi como asalariados de las VTC tienen un frente común: sus patronales. Incluso el taxista autónomo, no flotista, también. Ya que las flotas de taxi y de VTC de gestoras (las hay en ambos sectores) son quienes facilitan al salvaje avasallamiento de las aplicaciones disruptivas de pretendida movilidad. Esas plataformas que incendian las calles para que el enfrentamiento se cobre en sangre y les beneficie ser las «víctimas» frente a la ciudadanía. Y a ese tsunami se une la «traición» de muchos taxistas, aquellos que operan con Uber, Bolt o Cabify, con los que se supone enemigos frontales.

Los que hemos entendido que podemos encontrarnos en nuestra lucha, que tenemos muchos puntos en común, tendemos la mano al sector del taxi para que se reconcilie con los trabajadores asalariados de las VTC y, juntos, logremos vencer y expulsar de España, de la Comunidad Europea y más allá, a las grandes corporaciones de la economía de plataformas, la representación del capitalismo más brutal de la historia. Si se quedan que sea cumpliendo toda, pero toda, la legislación laboral y las normas y leyes de transporte. Claro, que sabemos que eso es mucho pedir y sino que se lo pregunten a Deliveroo.

Estrategias con las que combatimos a las plataformas tecnológicas de pretendida movilidad

Estrategias con las que combatimos a las plataformas tecnológicas de pretendida movilidad

Buscan fortalecerse en el mercado a base de eliminar derechos a los trabajadores y convertirlos en mano de obra precaria de usar y tirar, pues… se lo vamos a poner muy difícil

Resistencia VTC

Un trabajo bien organizado, preciso, disciplinado en todas las áreas posibles y acertadamente coordinado entre equipos, nos permite obtener información privilegiada y recursos suficientes para mantener este pulso contra las empresas de la economía de plataformas o, como también es conocida: “gig economy”. Somos activistas por un sistema laboral más social.

Donde los demás han fracasado nosotros nos hemos hecho fuertes

Conocemos muy bien el sector, trabajamos o hemos trabajado durante un tiempo en él. Entre nosotros tenemos desde conductores a oficinistas de gestoras de VTC o que han trabajado en las propias tecnológicas. En algunos casos los reportes son filtrados por exempleados de las apps o los mismos propietarios de autorizaciones en sus luchas fratricidas ante la competencia desleal que ejercen algunas gestoras. En nuestras pesquisas recopilamos una gran cantidad de “información sensible”.

Procuramos no rozar ni discutir con trabajadores, organizaciones y representantes de otros colectivos, Si es posible buscamos afección y empatía encontrando puntos comunes de encuentro.

Conseguimos apoyos y colaboración de personas con un alto grado de conocimientos e implicación entre sindicatos de clase y asociaciones de transportistas. Algunos de ellos tienen acceso a instituciones, administraciones y organismos oficiales e, incluso, comparten debate con la representación de la patronal.

Gestionamos encuentros con otros colectivos para obtener recursos y hacernos más fuertes.

Creamos y administramos comunidades internacionales de “gig workers” o trabajadores de la economía de plataformas con las que conocemos con anterioridad los pasos que estas empresas disruptivas pretender dar en nuestro ámbito más cercano. Evidentemente nos volcamos con los grupos de activistas de todas las nacionalidades.

Abrimos un importante frente en redes sociales con mucha información a diario, en algunos casos inaudita y sin que los medios de comunicación puedan adelantarse. Entre nosotros tenemos compañeros con excelentes recursos y conocimientos informáticos.

Contactamos con periodistas e investigadores afines facilitando todo aquello que pueda servir a nuestro propósito.

Colaboramos con Inspección de Trabajo, Seguridad Social y Agencia Tributaria donde presentamos nuestras denuncias y facilitamos toda la información al responsable regulador.

Facilitamos ayuda a los trabajadores que necesiten orientación laboral en el sector, para ello disponemos de múltiples utilidades en nuestro blog. Les invitamos a contactar con los sindicatos, los acompañamos virtualmente en sus gestiones asamblearias y reuniones, en la confección de comunicados, notas de prensa. Les asesoramos para una más acertada gestión de sus denuncias ante las autoridades laborales y agentes de Inspección de Transportes (por lo de la “habitualidad”).

Y donde a los que se creen fuertes se les encuentra debilidades

Definimos bien nuestros objetivos. Plataformas: Uber, Cabify, Bolt y Lyft. Gestoras de flotas de VTC:  Auro, Vecttor, Airtaxi, Gescab y Moove Cars. Asociaciones de propietarios y tecnológicas: Unauto y Aseval. (Ver artículo “Quién es quién en el sector de los VTC”)

Realizamos campañas para que las plataformas sean penalizadas en las reseñas, calificaciones y opiniones en Google Maps y las tiendas de apps de iOS y Android.

Intervenimos en aquellos foros abiertos de opinión donde podamos desenmascarar a estas empresas disruptivas.

Dinamitamos informaciones que las plataformas lanzan (sus comunicados de prensa, historias “de gatitos”, campañas en los medios, mensajes en redes de sus bots de atención al cliente…) revertiendo el sentido del mensaje de forma que se vuelva contra ellos mismos: Derribamos mitos, no son sostenibles, no facilitan la movilidad en las ciudades.

Machacamos las redes sociales destapando el falso mito de las tecnológicas, quitando la careta a estos manipuladores.

También nos dirigimos a los ciudadanos en general que no conocen las entrañas de este sector, evitamos así que estas empresas logren convertir a sus usuarios en “embajadores de sus marcas” o “Loyalty Plus”. Nos esforzamos en evitar que los consumidores de sus servicios se fidelicen y que sean también quienes les hagan propaganda.

¡Resistencia VTC, por un trabajo digno!

Gestoras de VTC cometiendo delito de discriminación laboral por razón de edad

Otro escándalo más: Gestoras de VTC cometiendo delito de discriminación laboral por razón de edad

Muchas gestoras de flotas, para explotar a los trabajadores, no exigen requisitos de experiencia, ni estudios, sino ser mayor de 25 años y estar dispuesto a tragar con lo que te echen.

La discriminación, una práctica perseguida en todos los ámbitos legales y jurídicos

Muchos propietarios de autorizaciones de vtc y gestoras de flotas cometen un delito de discriminación laboral por razón de edad, delito contra el derecho de los trabajadores a ser tratados por igual y a no ser discriminados en su puesto de trabajo por razón de edad en base al artículo 14 de la Constitución Española, contemplado en el Código Penal.

Pues bien, vamos a conocer lo que dice la Ley a este respecto:

Artículo 314 del Código Penal

«Quienes produzcan una grave discriminación en el empleo, público o privado, contra alguna persona por razón de su ideología, religión o creencias, su situación familiar, su pertenencia a una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, edad, orientación o identidad sexual o de género, razones de género, de aporofobia o de exclusión social, la enfermedad que padezca o su discapacidad, por ostentar la representación legal o sindical de los trabajadores, por el parentesco con otros trabajadores de la empresa o por el uso de alguna de las lenguas oficiales dentro del Estado español, y no restablezcan la situación de igualdad ante la ley tras requerimiento o sanción administrativa, reparando los daños económicos que se hayan derivado, serán castigados con la pena de prisión de seis meses a dos años o multa de doce a veinticuatro meses».

Artículo 4. Derechos laborales del Estatuto de los Trabajadores

En el Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores. En su SECCIÓN 2.ª Derechos y deberes laborales básicos. Artículo 4. Derechos laborales. Punto 2 letra e: En la relación de trabajo, los trabajadores tienen derecho:  Al respeto de su intimidad y a la consideración debida a su dignidad, comprendida la protección frente al acoso por razón de origen racial o étnico, religión o convicciones, discapacidad, edad u orientación sexual, y frente al acoso sexual y al acoso por razón de sexo.

La discriminación es un delito también perseguido por la Justicia de la Comunidad Europea. Si alguien quiere profundizar en este aspecto puede leer o descargarse el estudio (documento en pdf de 116 páginas) «Los principios de igualdad y no discriminación» publicado por el Parlamento Europeo en octubre de 2020.

Empresas gestoras y propietarios de autorizaciones de arrendamiento de vehículos con conductor cometiendo discriminación en la selección y contratación de conductores de VTC

Encontramos un muy abundante número de gestoras de flotas que se anuncian sin ningún rubor en empresas de colocación y anuncios por palabras ofreciendo trabajo de “drivers” a personas mayores de 25 años (así serán sus asesores en materia legal) ¿Por qué seleccionan conductores de VTC con ese límite de edad? La edad influye a la hora de contratar un seguro de coche, con lo que el seguro del vehículo les cuesta menos a estos “empresaurios” si su conductor es mayor de 25 años. Sin embargo, no es razón suficiente para descartar a los menores de esa edad y por ende (según la propia Inspección de Trabajo) se trata de una infracción muy grave, con sanciones de 7.501 € a 225.018 €. (ver el tuit publicado por la propia Inspección)


Pero no parece que ello amedrente a los infractores, tanto en cuanto no se denuncia, no se hace público y por ello se desconoce. Los anuncios y ofertas de empleo de este tipo, con discriminación incluida de forma pública y notoria, los podemos encontrar por doquier, abundan. Pero aquí estamos nosotros para no permitir que se siga abusando de los trabajadores ni pisoteando sus derechos.


Algunos ejemplos:

https://jobtoday.com/es/trabajos-conductor-vtc-25-anos/madrid

https://www.milanuncios.com/otras-empleo/conductor-vtc-430880249.htm

https://www.milanuncios.com/transportistas/demanda-conductor-vtc-uber-430892368.htm

https://www.iberempleos.es/oferta-empleo/madrid/conductor-vtc-3263556

https://www.infojobs.net/valencia/conductor/of-ie490bee4914b948934a873efe68f4d

https://trabajosaz.es/trabajo/conductor-vtc-malaga-malaga

Anuncios ofreciendo trabajo de driver a personas mayores de 25 años

Notas:

RTVE. Programa “Aquí hay trabajo”: La discriminación por edad es un delito, una injusticia, un desperdicio de talento y una triste realidad.

¿Has sido excluido de una oferta de empleo por razón de edad? Presenta tu denuncia en Inspección de Trabajo desde aquí.

Driver VTC explotado

Driver VTC, explotación, precariedad y aritmética laboral

Los drivers de vtc que trabajan con plataformas tecnológicas de la "Gig Economy" del tipo Uber o Cabify realizan más 72 horas de jornada laboral a la semana, es decir, 32 horas extras semanales, que los machaca física y mentalmente y, además, no las cobran.

Echando cuentas

  • Firman contratos de 40 horas semanales, sin embargo, la mayoría realiza 72, en jornadas de 12 horas/diarias x 6 días/semana. – conductores sometidos en dos turnos de 12h por vehículo que es explotado 24 horas diarias.
  • La doctrina unificada por la STS de 22 de febrero de 2006, del Pleno, declara que el exceso de jornada debe calificarse de horas extraordinarias. Las horas extraordinarias que excedan de 40 horas semanales/1.826,27 horas anuales son extraordinarias.
  • Los drivers realizan, en total, unas 32 horas extras semanales. El artículo 35.2 del Estatuto de los Trabajadores señala que “el número de horas extraordinarias no podrá ser superior a ochenta al año”. Sin embargo, los conductores han llegado a esa cifra en poco más de dos semanas.

Intereses cruzados

Con estos datos irrefutables… ¿Cómo es que las autoridades laborales no han frenado este desatino, que pone en riesgo la salud laboral de los trabajadores y aumenta la siniestralidad en las carreteras? Y lo que también nos llama más la atención, siendo los Gobiernos voraces recaudadores de impuestos ¿Cómo pueden dejarse de cotizar esas horas a la Seguridad Social y a la Agencia Tributaria? incluso, la repercusión que ello tiene en el mercado laboral.

Desde hace años se comete este atropello por la falta de interés de políticos y responsables de instituciones que, presuntamente, pueden tener intereses en el sector de los vtc. Probablemente estamos frente a un claro caso de clientelismo que tiene como víctimas a los conductores, que regalan las horas extraordinarias aun sufriendo las consecuencias: precariedad, pérdida de derechos laborales, aumento desproporcionado de los riesgos de sufrir enfermedades de origen laboral y exposición de su vida cada día al volante.

Una llamada a la acción

Uniros a organizaciones y sindicatos que os amparen y, sobre todo, denunciad. Nos tratan como a hormiguitas, aunque, cuando el hormiguero toma la decisión de salir y combatir nadie puede con él. La unidad de los conductores es la clave, tomemos ejemplo del caso de los riders. Al respecto del caso que tratamos en este artículo, nosotros seguimos este rumbo de un tiempo a esta parte y venimos ganando todos los casos en los tribunales de lo laboral y en Inspección de Trabajo. Os preguntaréis cómo, pues os lo vamos a explicar:

Cuando un trabajador decide pasar a la acción (que desgraciadamente suele ser ya cuando siente la amenaza del despido o incluso cuando ya le ha sido aplicado) presentamos reclamación de cantidades incluyendo todas y cada una de las horas extraordinarias realizadas, aunque tenemos siempre en cuenta que la empresa (normalmente una gestora de autorizaciones de vtc) no las va a reconocer. En estos casos la empresa presenta listados con hojas de ruta de las jornadas del trabajador con la pretensión de que estas sean su documento creíble ante el juez. Sin embargo, no se sostiene, porque no pueden presentar ningún registro de jornada laboral y mucho menos un calendario laboral.

Nunca os hacen firmar ningún documento antes de comenzar vuestra jornada ni a la finalización de la misma (con copia al trabajador), no lo hacen porque delatarían todos esos excesos de jornada. Su pretensión es que solo tenemos derecho a cobrar mientras realicemos servicios con un pasajero en el vehículo, el resto del tiempo (aunque es presencial) no lo toman como tiempo de trabajo. Pero esto aún no ha sido reconocido en ningún convenio y ni mucho menos validado por el Estatuto de los Trabajadores. Lo que realmente sirve es el registro de jornada laboral, obligatorio para todas las empresas desde hace un par de años. Por ello, y mientras se tramita la demanda de cantidades en el SMAC, por medio de un abogado laboralista (recomendamos los del sindicato), se ha de denunciar ante Inspección de Trabajo este hecho y solicitar que pida a la empresa que presente el registro de tu jornada laboral y el calendario laboral firmado por vosotros, que sabemos que no existe. Así que, cuando intervengan los agentes inspectores recaerá sobre la empresa una sanción por estos motivos y vosotros seréis informados de ello por escrito, que obviamente os servirá de prueba ante el juez en vuestra reclamación de cantidades.

Si bien es cierto que las sanciones a la empresa por la falta de los registros de jornada son ridículas (a fecha de la redacción de este artículo son de 626 euros, en unos meses aumentarán, aunque pensamos que no mucho) este reconocimiento explícito de la empresa de no controlar vuestra jornada laboral os será muy útil en vuestra denuncia por lo laboral. Y que vuestro abogado laboralista no ponga muchas pegas a presentar la demanda, algunos os dirán que no tenéis pruebas. Pero, ojo, la carga documental ante las acusaciones del trabajador recae sobre la empresa. Y, además, la Inspección ya os habrá dado la razón. Hemos sido testigos en conciliación que, a un conductor que había trabajado durante un año con una gestora, el abogado de la empresa ofrecía 2.000 euros y ese mismo trabajador reclamaba 14.000. Pues con el sistema que os hemos indicado este trabajador ha sacado adelante esos 14.000 euros que realmente sí le correspondían en concepto de horas extraordinarias.

Pero ¿para qué esperar a que te despidan para reclamar lo que es justo y evitar que te sigan explotando? Hay que pasar a la acción sobre todo cuando tu contrato aun siga en vigor y ponerte de acuerdo con los compañeros de tu entorno con esta información para que se unan y hagan lo mismo. La fuerza de esta unidad podría lograr cambiar las condiciones que actualmente sufrimos y dignificar definitivamente la profesión de conductor de VTC. Lo tenemos que hacer nosotros, porque como esperemos la ayuda de las autoridades laborales o de la propia sociedad, ya acomodada y ciega ante los abusos ajenos, no lo conseguiremos nunca y, encima, la cosa cada vez va a peor para el driver.


Nosotros, por nuestra cuenta, seguiremos denunciando estos hechos hasta que se dignifique el trabajo de los drivers, que estos trabajen con las jornadas que realmente firman en sus contratos y que a los responsables de este desatino les caiga todo el peso de la Ley.